viernes, 20 de agosto de 2010

Rothschild y Rockefeller tienen el dinero. ¿ Quién es el cerebro ?

Un nombre que no puede pasar desapercibido en el mundo y que durante los últimos 50 años ha sido el gran estratega detrás de los poderosos económicamente es el de  Zbigniew Brzezinski.
Zbigniew Brzezinski es un politólogo estadounidense nacido en Polonia. Considerado uno de los más prestigiosos analistas en política exterior americana del mundo. Fue Consejero de Seguridad Nacional del Presidente Jimmy Carter (1977-1981).
Nació en Varsovia, Polonia. Su padre, Tadeusz Brzezinski, era diplomático y estuvo destinado en Alemania entre 1931 y 1935, siendo testigo del ascenso de los nazis, y en la Unión Soviética  entre 1935 y 1938. Al producirse la invasión de Polonia en 1939, la familia se encontraba en Canadá y no pudo volver. Zbigniew Brzezinski cursó el bachiller en Montreal y se graduó en la McGill University.
En 1953 se doctoró en Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard, con una tesis sobre la Unión Soviética y la relación entre la Revolución de Octubre, el estado de Lenin, y las políticas de Stalin. Empezó a trabajar como profesor en Harvard, y se mostró crítico con la política del "Rollback" de la Administración Eisenhower, que buscaba provocar el retroceso de la URSS hasta sus auténticas fronteras. Creía que los europeos del Este podían hacer frente de forma gradual a la dominación soviética. Volvió a Polonia por primera vez en 1957, y se reafirmó en su idea de que existían fuertes divisiones dentro del bloque de países del Este.
En 1958 obtuvo la ciudadanía estadounidense, y se trasladó a Nueva York para ejercer de profesor de Asuntos Soviéticos en la Universidad de Columbia. Se integró en el Council on Foreign Relations (CFR), y en 1960 fue fichado como consultor de política exterior por la campaña presidencial del Senador John F. Kennedy. Aconsejó una política no-antagonista hacia los estados no soviéticos de Europa del Este, para desengañarlos de sus miedos a una Alemania agresiva, y rebajar el miedo de los europeos occidentales. También prestaría consejo a la campaña electoral del Presidente Lyndon Johnson en 1964.


Se convirtió en un gran defensor de la Guerra de Vietnam, y en 1966 entró a formar parte del Consejo de Planificación Política del Departamento de Estado. Fue uno de los redactores del discurso "construcción de puentes" pronunciado por el Presidente Lyndon Johnson el 7 de octubre de 1966. Más tarde defendió revertir la escalada en la guerra, pero se mantuvo crítico con la llamada Nueva Izquierda.
Tras asesorar al Vicepresidente Hubert Humphrey en las elecciones presidenciales de 1968, el nombre de Zbigniew Brzezinski comenzó a atraer la atención de los políticos y los medios cuando, a principios de los 70, advirtió en un artículo en la revista Foreign Affairs de los riesgos del declive del poder imperial norteamericano y una recomposición de hegemonías planetarias a las que debía corresponder una nueva política de Washington. Fue contratado por el banquero David Rockefeller para ayudarle a crear una organización que fomentara la cooperación entre EEUU, Europa, y Japón: la Trilateral Commission, de la que Brzezinski sería su primer director.
A finales de 1975, la Trilateral Commission se lo recomendó al Gobernador Jimmy Carter para asesorar a su campaña presidencial en política exterior. Tras la victoria electoral, el Presidente Carter lo nombró su Consejero de Seguridad Nacional. El primer objetivo de la nueva estrategia de Seguridad Nacional sería sustituir la sobredependencia hacia la distensión con la URSS, por un enfoque basado más en los derechos humanos, el compromiso pacífico con los Estados no soviéticos de Europa Oriental, y el apoyo a los disidentes soviéticos.
Brzezinski chocó desde el principio con el Secretario de Estado Cyrus Vance, representando los papeles contrapuestos del halcón (Brzezinski) y la paloma (Vance). Mientras Vance abogaba por continuar con la combinación de distensión y contención aplicada por las Administraciones de Nixon y Ford, Brzezinski tenía la firme creencia de que la distensión había envalentonado a los soviéticos en Angola y el Medio Oriente, y quería presionar más con el arma de los derechos humanos. Mientras Vance estaba obsesionado con el control de armas, y por sacar adelante cuanto antes los acuerdos sobre limitación de armas estratégicas, Brzezinski defendía condicionar las conversaciones a mayores concesiones soviéticas en el terreno de los derechos humanos.
Influido por su experiencia vital, Brzezinski concentró gran parte de sus esfuerzos en apoyar a los disidentes de estados como Alemania Oriental. Presionó, en contra de las recomendaciones del Departamento de Estado, para que el primer viaje del Presidente Carter (1977-1981) fuera a Polonia, y se reconociera a la Iglesia Católica polaca como interlocutora legítima con la oposición anti-comunista.  Curiosamente, unos meses después, el polaco  Karol Jozef Vojtyla es elegido Papa de la Iglesia Católica, a quien conocimos con Juan Pablo II.
Brzezinski también ayudó a extender el área de emisión de Radio Free Europa, lo que despertó el malestar de los aliados europeos que lo consideraron una provocación innecesaria contra la URSS.
Brzezinski trató de articular un plan de juego revolucionario conocido como "binomio repliegue-intervención". Vislumbraba una redistribución estratégica global, la configuración de una OTAN fortalecida en una red de fuerzas de acoso a la Unión Soviética. El repliegue de Europa tenía un lugar táctico en sus planes. Abogaba por un repliegue y una redistribución de los contingentes militares estacionados fuera de EEUU, para desplegarlos así en una fuerza de intervención rápida en el Golfo Pérsico o en América Central, lugares en los que la influencia soviética se estaba haciendo sentir.
Al mismo tiempo, en tierras europeas, aceptaba una cierta neutralidad en la Europa Central, pero necesitaba un bastión fortificado en España, de ahí la necesidad de acelerar su proceso de integración en los organismos trasatlánticos, y un mayor compromiso de Francia. Pensaba en un bastión defensivo Londres-París-Madrid. En términos económicos y comerciales, defendía mayor articulación con el Pacífico que con el Atlántico, y la concepción de "Ameripón", un núcleo bilateral con la proyección tecnológica y estratégica de Japón.
A finales de diciembre de 1979, el Ejército Rojo de la URSS invadió Afganistán con 110,000 tropas terrestres, después de aceptar la petición del PDP (Partido Democrático Popular), de que interviniera en su ayuda, pues la movilización muyahidines provenientes de Pakistán, Arabia Saudí, Irán e incluso Argelia, armados y asesorados por la CIA, amenazaba la estabilidad y viabilidad del gobierno. El Presidente Carter suspendió sus vacaciones navideñas y volvió a Washington para mantener consultas urgentes con sus colaboradores. Brzezinski recomendó a Carter que pidiese al Senado que postergara el estudio del tratado SALT II, cancelara la venta de cereales a la URSS, suspendiera los privilegios pesqueros de los barcos soviéticos, y congelara los intercambios económicos y culturales.

Apoyó la venta de armamento moderno a Pakistán, y aseguró el acuerdo con Arabia Saudita para financiar operaciones de ayuda encubierta a los muyahidines afganos. Cabe resaltar que la intervención de los muyahidines, financiados por Arabia Saudí , Osama Bin Laden a título personal y la CIA y entrenados por esta última, comenzó bastante antes de la invasión soviética. Así, el 3 de julio de 1979, bajo supervisión del Consejo de Seguridad Nacional de Brzezinski, se había firmado ya la primera directiva sobre la asistencia clandestina a los opositores del régimen izquierdista de Kabul. Sin embargo, hay que subrayar que incluso la CIA había reconocido el carácter popular y autónomo del PDP y nunca se refirió al PDP como “agente de Moscú”.
Ante la inminente revolución iraní, dentro de la Administración Carter, Zbigniew Brzezinski fue el máximo valedor de la estrategia de apoyar hasta el último momento al ya debilitado Sha de Persia. Llegando a sugerir una intervención armada de EEUU para mantenerlo en el poder. Una vez consumada su caída, la estrategia de contraataque se basaría en presionar a Saddam Hussein a atacar a Irán.
En la primavera de 1980, Brzezinski indicó que Washington estaba dispuesto a cooperar con Saddam. Le aseguró que EEUU no se opondría si se apoderaba del suroeste de Irán. También convenció a los Gobiernos amigos de Kuwait y Egipto para que aconsejaran a Iraq que atacase Irán.
Para Brzezinski, los acontecimientos confirmaban una correlación de fuerzas mundiales, y obligaban a EEUU a involucrarse en una guerra encubierta de proporciones multicontinentales contra la infiltración soviética en Oriente Medio y América Central.
Zbigniew Brzezinski es miembro de la junta directiva de Council on Foreign Relations, Atlantic Council, National Endowment for Democracy, Center for Strategic and International Studies, y Amnistía Internacional. Es actualmente profesor en la Paul H. Nitze School of Advanced International Studies de la Universidad Johns Hopkins.
Su hijo Mark Brzezinski es un abogado que trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional durante la Administración Clinton, e integró el equipo de asesores en política exterior de la campaña presidencial del ahora presidente Barack Obama. Su otro hijo, Ian Brzezinski, ha asesorado la campaña presidencial del Senador John McCain.
Fue requerido en 2006 ante una audiencia del Senado de Estados Unidos, donde explico que se podría dar un atentado terrorista como el del 11 de septiembre, para iniciar la guerra contra Irán, afirmó esto:
 "Un escenario posible para un enfrentamiento militar con Irán implica que el fracaso iraquí alcance los límites americanos; seguido de acusaciones americanas que hagan a Irán responsable de ese fracaso; después, por algunas provocaciones en Irak o un acto terrorista en suelo americano ( acto del cual se haría responsable a Irán ). Esto pudiera culminar con una acción militar americana “defensiva” contra Irán que sumergiría a una América aislada en un profundo lodazal en el que estarían incluidos Irán, Irak, Afganistán y Pakistán”
Aquí viene lo más interesante de todo, durante la campaña presidencial de Obama, Brzezinski apareció en un reconocido programa de televisión, haciendo campaña proselitista y se refirió a Obama como de una persona pacífica que quería acabar con la guerra de Irak y pacificar el Oriente Medio, lo cual es totalmente incongruente con las estrategias que el diseñó y  ha impulsado todos y cada uno de los conflictos internacionales, especialmente la guerra fría.


Sin embargo, de unos años a esta parte, ha conseguido forzar una imagen de sí mismo de pacifista convencido y con ello a logrado engañar a algunos ingenuos norteamericanos sobre sus preferencias en política.
Está claro que lo que pretenden es impulsar una nueva estrategia, mucho más peligrosa, si cabe en Oriente Medio y para ello necesitaba  a un candidato (ahora presidente)  fiel que siga todos sus mandatos y ese es precisamente Barack Obama.   
Este tipo es quien está detrás de los conflictos secesionistas en Kosovo. Con la ayuda de su hijo Mark Brzezinski, otro agente detrás de la política exterior de Obama.  También está detrás de la crisis de los euro mísiles y las instalaciones en Polonia, es el hombre fuerte detrás de la política de la CIA de asesinatos de pakistaníes (a los que denomina “terroristas”), pero tal vez lo más peligroso de este tipo, y consiguientemente de su marioneta Obama, es que es el ideólogo de la desestabilización a gran escala de China que está produciéndose ahora mismo, comenzando con la insurrección, insuflada desde la CIA y el M16, del Tibet, que ha provocado una colisión entre los intereses de USA y China, superpoder con mil quinientos millones de habitantes y armas termonucleares capaces de volar por los aires todas las ciudades de Estados Unidos.
Es un secreto a voces que Brzezinski está intentando provocar una revolución o golpe de estado en China. Seguramente también está interesado en que estalle una crisis de Taiwán y es quien mantiene latente el conflicto entre las dos Coreas.  
Los peligros que representa la política favorita (las guerras) de este lunático apoyado totalmente por los Rothscild y los Rockefeller son incontables y muchísimo  más peligrosos que nada de lo que pueda venir y lo que hasta ahora hemos visto de Oriente Medio.
El Senador Jay Rockefeller y el capo de la Trilateral y Bilderberger Joseph Nye tambien hicieron una activa campaña a favor de Obama. Nye es el teórico del “poder blando” , una nueva forma de imperialismo basada en guerra económica, subversión, engaño y golpes de estado populares.   

Ellos pretenden que Obama movilice todo el poder “blando” para darle un importante impulso al imperialismo de Estados Unidos.


El objetivo de Brzezinski es la confrontación con la Organización para La Cooperación en Shanghai, el centro mundial más importante de resistencia a la dominación de Estados Unidos y Gran Bretaña.


Los activistas anti-guerra siguen obsesionados con Irán, pero Brzezinski no; su objetivo es China, veinte veces más grande que Irán, con los misiles balísticos intercontinentales preparados para ser lanzados, seguida por Rusia, el poder nuclear más importante sobre la Tierra.

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